Nos espera un largo viaje… atravesar África es un largo
camino; salimos a las 8 de Dakar en un vuelo, podríamos decir que privilegiado,
puesto que aunque tenemos unas cuantas horas por delante tocamos a tres
asientos cada una y podemos dormir, tumbarnos y no parar de comer cómodamente.
Primera parada Bamako (Mali), se bajan unos cuantos y suben muy pocos, segunda
parada Addis Ababa (Etiopia) una escala de un par de horas. A continuación cogemos
un nuevo avión en el que tamaño y comodidad se ven reducidos, de nuevo parada
en Dar es Salaam suben y bajan algunos (esto parece una ruta de autobús más que
un vuelo) y por fin tras 15 minutos de vuelo más, llegamos a un sorprendente calor
a las 4 de la mañana en Zanzibar, solo nos falta que amanezca para poder movernos
de allí y buscar alojamiento.
Con la salida del sol nos dirigimos a Stonetown, una bonita
ciudad colonial de calles laberínticas donde pudimos ver la apertura de los
comercios y mercados, los deportistas haciendo ejercicio en la playa y el
despertar de la capital con nuestra llegada.
Para llegar nos aventuramos a subirnos a un
minibus-furgoneta, una alternativa más barata (en lugar de los 10$ de taxi que
nos querían cobrar) y conseguimos llegar al alojamiento. Pasamos el día recorriendo
la ciudad, una peculiar mezcla de edificios coloniales, preciosas puertas
talladas en madera y una mezcla de cultura negro-musulmana.
El ambiente al atardecer se volvió más festivo y distendido
coincidiendo con la fiesta del profeta; los chicos jugaban en la playa a
realizar piruetas y al fútbol, la gente se acercaba al mercado donde se cocinaban
todo tipo de comidas y las personas mayores salían a las puertas de sus casas a
jugar a una especie de domino.
Al día siguiente partimos hacia Nungwi, el norte paradisiaco
del que nos habían hablado; nos dejamos de transportes para turistas y optamos
por coger un “Dala Dala”, autobús/camioncillo común en el que cabiendo 20
entran 28. Las paradas son “personalizadas”, si quieres subir o bajar puedes
hacerlo en cualquier punto de la carretera... Se baja uno y suben tres…
aprietas un poco más el culo con el de al lado y listo. Se bajan dos y suben
cinco… respiras un poco menos y ya está. Continuos controles de policía te
paran en la carretera, teóricamente para cerciorarse que se respeta el límite
de plazas, pero no parecen demasiado efectivos ya que se soluciona con un
pequeño pago extra, llamémoslo TEP - “tasa de exceso de pasajeros”.
Encontramos un alojamiento barato sin saber muy bien donde
estábamos situadas, y de repente nos dimos cuenta: solo a unos metros estaba la
playa… Si... Una de esas de las pelis, de arena blanca y agua en diferentes
tonos... Masais paseaban vendiendo sus collares y pulseras... Vendedores de
excursiones te acompañan allá donde vayas.. Pescadores cargan sus pescados en
sus bicis.. "Jambo" y “Mambo” son de obligado aprendizaje en swahili
puesto que todo el mundo te saluda a cada paso que das.
Una de las cosas que hicimos allí fue una excursión al
arrecife de Mnemba donde hicimos snorkel; el barquito que nos llevaba era
auténticamente local. Las medidas de seguridad eran escasas; absolutamente todo
se ataba con cuerdas (pero de las de tender la ropa) mástil de la vela
incluido. Las olas eran pasajeros más que cada dos por tres se sumaban a la
tripulación y nos hicieron un camino divertido. Allí mismo sacaron unas brasas
y prepararon el atún que llevábamos fresquísimo en un cubo. Nos prepararon un
plato de pescado al limón, ajo y especias con chapati, piña y plátano. La verdad
es que estaba exquisito.
Cuando
llegamos al punto de snorkel aparcamos junto a
otros quince barcos más y nos dispusimos a bucear de forma que olvidamos
que había mas gente y entramos en el mundo submarino que nos evadió del resto.
La barrera de coral nos proporcionaba maravillosas vistas…Grandes bancos de
peces de colores de diversas especies, estrellas de mar de todos los tamaños, serpientes…
Y de repente Aída que iba algo rezagada, detecto un pulpo que nuestros
capitanes del barco atraparon ante nuestros ojos. Disfrutamos de unas
maravillosas vistas, de un lugar idílico navegando un mar paradisiaco ya de
vuelta.
También visitamos Matenwe.. Un pueblito al este de la isla donde varios resorts tipo "luna d miel" se extienden a lo largo de la playa.. Tiene unas mareas muy particulares de modo que por la mañana está extremadamente baja y se llena de mujeres que buscan moluscos . Es un lugar de absoluta paz, quizá demasiada.
Tras unos días de relax en el paraíso, alguna que otra fiesta y gente muy amigable nos resulta algo duro volver a pisar tierra firme, pero el hambre de aventuras nos hace continuar el camino y seguir disfrutando del resto de Tanzania.
Zanzibar datos de interés:
Bus aeropuerto stonetown -1000tzs te deja cerca de la taverna italiana.
Zanzibar lodge 13€ persona + desayuno cerca del banco CRDB
Dala dala a Nungwi menos de 3000tzs con maleta!
Safina bungalows 35$ hab doble + desayuno
Kendwar Rocks fullmoon party /party beach 10.000tzs
Chollo's bar 5000tzs fiesta los jueves
Dala dala ultimo a ls 17h
Cajero en Stonetown SOLO!!!
Recomendaciones:
Excursion menba 20$ incluye snorkel, comida, agua de 8am a 4pm
Puesta del sol en Stonetown desde africa hotel
Perderse por las calles sin nombre
Mercado nocturno cerca del puerto mientras ves a los chicos saltando al agua
Free Wifi en la plaza
Comer prawns en la playa de Nungwi
Curiosidades:
Mantenwe Marea baja no se puede uno bañar por la mañna.
Con luna nueva salen a pescar langosta.
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