Llegamos
a Windhoek con pocas expectativas. Todo el mundo nos había advertido que es una
cuidad con escaso interés y poco que ver... Pero todos aquellos no venían de
donde veníamos nosotras y esto nos parece una ciudad de verdad, la primera en
dos meses.
Pero
aquí nuestro interés estaba en recorrerlo de una manera diferente. Por unos días
dejamos de lado autobuses y transporte público para tener nuestra propia ruta,
nuestro mapa y nuestra casa a cuestas; ello implicó un cursillo acelerado de
cómo cambiar ruedas, cambiar la presión en base a las carreteras, montar
tiendas de campaña, usar el camping gas…
Y al
fin estamos en carretera. La B1 nos lleva a nuestro primer destino al sur, el
Fish River Canyon. Carreteras de grava, caminos donde no te cruzas con ni un solo
coche en horas y los primeros animales salvajes se cruzan en nuestro camino
(Oryx, zebras, avestruces, monos..)
Después
de horas conduciendo en medio de la nada, llegamos a donde comienza el trekking
del cañón, Hobas. Al ser verano no es posible hacerlo ya que es peligroso por
el calor que hace. Sin embargo pudimos apreciar el cañón y tener una fantástica
panorámica de sus paredes y anchura (mide 161km de largo por 27km de ancho,
segundo cañón mas grande del mundo).
Se
hacía de noche y teníamos que encontrar un lugar donde acampar, por suerte
llegamos a Aus y por casualidad acabamos en un lugar apartado de todo llamado Klein
Aus Vista. Montamos a tiempo nuestras tiendas antes de que el cielo se llenara de
estrellas.
Al
día siguiente, despertamos rodeadas de montañas rojas y tuvimos como invitados
al desayuno caballos salvajes muy sociables. Teníamos un largo camino para
llegar a otro de los lugares de Namibia que no te puedes perder: Sossusvlei.
Conducir
por este país es todo un reto a la par que un espectáculo. Las carreteras de
grava, sus cambios de rasante y rectas interminables alargan las horas y en
ocasiones 500km pueden llegar a hacerse en más de 7horas. A pesar de esto se
disfruta el cambio continuado de las vistas y paisajes que hace pasar de un
llano a un monte, de un rojo a un verde, sin apenas notar el paso del tiempo.
A la
entrada del parque de Sossusvlei, en Sesriem, la suerte hizo que paráramos a
echar gasolina. Tras repostar Rai, el gasolinero, mirando las ruedas nos
advirtió que había una un poco más baja. Junto con él nos fuimos a mirar la
presión de estas, dándonos cuenta que teníamos una pinchada. Mientras nos
arreglaba el pinchazo nos dio tiempo a entablar conversación con él. Nos contó
que aunque llevaba 5 años trabajando allí nunca había visitado el parque, a lo
que nosotras rápidamente le pusimos solución invitándole a acompañarnos a la
mañana siguiente.
A
las 6 de la mañana llegábamos a la "duna 40" desde la cual queríamos
ver el amanecer, ignorando que el punto turístico era 5km más adelante (duna
45) lo cual nos convirtió en privilegiadas al no tener que compartirla con más
turistas. Tras 40 mínimo de subida y no poco esfuerzo, el amanecer visto desde
lo alto fue la recompensa.
Es
espectacular ver como el desierto se va iluminando y toma ese color dorado
rojizo mientras el sol va marcando con luces y sombras las gigantes olas de
arena. Y entre una y otra guardan secretos, algunos conocidos a voces, como el
bosque del Deadvlei, árboles muertos y sus estilizadas sombras forman un
peculiar valle, creando un ambiente de postal.
Bajar
las dunas corriendo da una completa sensación de libertad, tras el esfuerzo
invertido en subirla; es como si desapareciera la gravedad, como estar saltando
en la luna.
Dejamos
atrás las dunas, sin embargo el desierto nos sigue acompañando en el camino; y
llegamos a Solitaire, un pueblo
desértico, nunca mejor dicho, donde en una pizarra anotan las variaciones en su
número de población, estaban en 95. En este punto de descanso turístico, que
pasarás de largo si no estás atento, puesto que lo podrías confundir con un
área de servicio, encontramos un ambiente de pueblo del lejano Oeste. Estamos
en medio de la nada, pero nuestro camino continúa y aún nos quedan muchas
maravillas por descubrir en Namibia…
impresionantes fotos!!! cualquier día os imito y a recorrer mundo!! Por cierto es cosa mía o estáis adelgazando? En fin!!!
ResponderEliminarBonitas fotos pero la de las estrellas es una pasada. Disfrutar y seguir contando experiencias que desde lejos tb se disfruta. Charo
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