29 de diciembre 2013, 12:45h comienza la
aventura…
Un mini avión de hélices nos espera para
llevarnos directas a África. La primera parada Casablanca (Marruecos) donde
tenemos una larga escala. Decidimos invertir las horas restantes en hacer una
visita a la ciudad, no sin ciertas dificultades para localizar transporte. Aquí
nadie habla inglés y el poco (por no decir escaso) francés que andy maneja
tampoco nos sirve. Al fin localizamos el tren, muy cómodo y con asientos
suficientes. Al pasar el revisor nos dice que ahí no podemos estar, puesto que
es primera clase. Nos echa para que a los cinco minutos otro revisor nos haga
gestos disimuladamente de que volvamos a primera.
Casablanca tiene casas, pero de blanca
tiene poco. En busca de su esencia decidimos ir al centro, donde llegamos a
encontrar la autenticidad de Marruecos, sus gentes, comidas y zumos, sus rezos
en cualquier esquina, sus bares en cuyas terrazas solo hay hombres, en su
mayoría solos, mirando la vida pasar frente a un té. De la misma forma, se nos
pasó el tiempo a nosotras sin darnos cuenta… era el momento de coger el tranvía
de vuelta a la estación, pero se nos fue en las narices y empezaron los
nervios, todo pinta que perdemos el último tren al aeropuerto… nuestra única
esperanza es que se retrase; el plan es el siguiente: hay que correr y vale
arroyar a todo el que se ponga delante. Cuatro paradas… pufff.. ya es la hora;
no encontramos los tickets para salir por el torno, arroyamos a una mujer,
esquiva una taxi, ahora un coche… Llegamos al andén sin aliento, en la vía 2 no
hay tren y preguntamos al jefe de estación… resulta que es el de la 3, el cual
acaba de cerrar sus puertas y ha emprendido la marcha.. NOoooooo.
Empezamos a correr, haciendo aspavientos
con las manos para detenerlo, parece que no hay suerte y sigue su marcha, a
pesar de que el jefe de estación nos ayuda haciendo señales con su linterna y
el silbato… Ya no hay nada que hacer… De repente el conductor asoma la cabeza
por la ventanilla y el tren frena justo al final del andén; es cuando el portón
de la locomotora se abre y el maquinista nos tiene la mano para subir… upsss y
ahora como explicamos que no tenemos billetes? Se supone que llevamos los
dirham justos, pero no habíamos contado que al comprar los billetes arriba se
encarece el precio, rascamos hasta el último céntimo, pero sigue sin llegar. El
revisor nos indica que nos sentemos, ya habíamos entregado todo el dinero. Unos
minutos después aparece y nos da dos billetes y nos devuelve parte del dinero,
solo nos ha cobrado dos, encima una viaja gratis!!
Definitivamente Marruecos se ha portado…
Tiembla Cabo Verde!!
Datos de interés
1euro = 10,60 dirham
Billete de tren Aeropuerto – Casablanca:
40 dirham
Billete tranvía 7 dirham
Recomendaciones:
Comer una pastela de los puestos de la
calle (12 dirham)
Probar el zumo de naranja recién
exprimido (15 dirham)
-----------
29th Decembrer 2013, 12:45 the adventure just started…
-----------
29th Decembrer 2013, 12:45 the adventure just started…
A tiny plane took us straight to Africa. First stop Casablanca (Morocco) where we have a long time
till next flight. We decided to spend that time visiting the city althouh we
found some transport dificulties. None speaks English and the little French Andy
knows isn´t enough. Finally, we took the confortable and almost empty train.
But when the ticket inspector arrived he told us to leave the bagoon, we were
in first class. Five minuts later another ticket supervisor made a friendly signs
for going back to the first class seats.
In Casablanca (“Whitehouse”) there are houses but it is not
ever whiteish. Looking for its essence we walked to the city centre where we
could discover the authentical Moroccian life. Its people, food and fresh
jueces, its prays in any corner its bars in which terraces you can find men,
most of them alone in front of a tea looking how life fliying. So it happened
to us, without us having realized it was the time of taking the tram back to
the station, but we missed it and we got nervous , everything was going wrong…
We were going to miss the last train we had to the airport.
The only hope was the train came late. We had a plan: run and push anyone in
your way is ok. Four stops to arrive… and it´s the time. We couldn´t find the
tickets to get out from the tram station, we crushed a woman, we dodged a car,
now a taxi. We arrived to the platform exhausted, there is no train in platform
number 2. We asked to the station officer and he told us the train to the
aiport was in number 3 which had already closed its door and going away…
Nooooooooo.
We started running waving our arms, trying to stop it but we
had no luck and it continued even though the station officer was also helping us with his torch and whistle.
There is nothing we can do…
Suddently, the train driver put his head out and the train
brakes at the end of the platform. The locomotive door opens, and the driver gave
us his hand to get in. Wow! We wonder now how we can tell them we haven´t got
tickets, we have just the money to buy three tickets but the price is higher on
the train. We looked in every single pocket without succes. The train
supervisor told us to sit, we had already given him our money. Few minutes
later he appeared with two tickets and he gave us some money back.. One of us
is travelling for free.
Definitely, Morocco has treated us great! “Shake Cabo Verde”
